Las paletas de papel son una herramienta de almacenamiento y transporte altamente compatible para la exportación. Su principal ventaja radica en eliminar los procesos de fumigación o tratamiento térmico de los palets de madera tradicionales. Fabricados con papel usado y papel kraft, no contienen componentes naturales de madera, eliminando fundamentalmente el riesgo de plagas y enfermedades. Pueden cumplir directamente con los requisitos de cuarentena de entrada de la mayoría de los países, incluidos Europa, Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y el Sudeste Asiático, eliminando la necesidad de procedimientos adicionales de desinfección o etiquetado. Esto evita eficazmente los retrasos en la detención, destrucción o despacho de aduanas causados por cuestiones de cuarentena, mejorando significativamente la eficiencia logística transfronteriza. Además, ofrecen una mayor garantía de cumplimiento material. A diferencia de algunos países que imponen restricciones adicionales a las paletas de plástico (como el contenido de productos químicos específicos) o a las etiquetas de reciclaje, las paletas de papel son simples y fáciles de probar, lo que elimina las disputas sobre el cumplimiento de los materiales y las hace adecuadas para las necesidades de embalaje y transporte de una amplia gama de productos de exportación.
Los palets de papel ofrecen importantes ventajas en términos de control de costes. Sus materias primas, principalmente residuos y papel reciclado, están ampliamente disponibles y ofrecen precios de mercado estables, eliminando la necesidad de materias primas escasas o caras. El proceso de producción, principalmente laminación y troquelado, es relativamente simple y no requiere equipos de procesamiento complejos. La producción a gran escala mantiene los costos manejables. Cuando se compra al por mayor, el precio unitario suele ser sólo del 50% al 70% del de las paletas de madera y del 30% al 50% del de las paletas de plástico, lo que reduce directamente los costos iniciales de adquisición. Además, su naturaleza liviana reduce indirectamente el peso total del envío de mercancías, lo que ayuda a reducir los costos logísticos, como el transporte marítimo y aéreo, mejorando aún más la rentabilidad general. Son especialmente adecuados para empresas sensibles a los costes de embalaje y que exportan con frecuencia.